viernes, 6 de marzo de 2009

Testigo de la verdad

Imagen: Diego Mauricio Granados Pérez
Texto: Albert López Vivancos
Imagen inspirada por las palabras


* * *


Sabes lo que debes hacer. Sabes que el momento se acerca. Sabes que debes tomar la decisión. Pero no quieres precipitarte, no debes precipitarte. Has meditado, y sigues haciéndolo, cada una de las consecuencias de tu elección. Hay momentos en que crees tenerlo todo bajo control, de saber a ciencia cierta que no te equivocas, de ser, sin lugar a dudas, testigo de la verdad.

Pero en la oscuridad de la noche, cuando te hayas sólo, sin la luz que ilumina el camino, la verdad se desmorona, te sientes desfallecer. Ya no estás seguro de nada, tan solo te sientes estúpido por haberlo creído.

Es entonces cuando las propias convicciones que nunca desaparecen del todo deben aflorar y vencer la oscuridad. Si conoces bien el camino no necesitas luz, tan solo tu propia seguridad. Es cuando la fe, esa rara sensación que no sabemos de donde viene (o sí…), te guía en la negrura que te envuelve.

Y cuando eso sucede, vuelves a ser testigo de la verdad. Testigo de la fe. Testigo de tu propio espíritu. Testigo de ti mismo.

No hay comentarios: