viernes, 31 de octubre de 2008

Y el príncipe...


Imagen: Diego Mauricio Granados Pérez
Texto: Albert López Vivancos
Imagen inspirada por las palabras
***
Y el príncipe saltó. Mientras caía entre
las viejas ramas sentía como su lindo
traje de color azul se desgarraba,
quedaba hecho añicos. Una vez en
el suelo, desnudo de ropajes lujosos y
también de prejuicios absurdos
inculcados por aquel entorno en el que
había vivido, se sintió libre. Sentía la
brisa acariciar su piel. Se estremeció. Por
fin tenía lo que anhelaba. Por fin podía
iniciar el camino hacia el horizonte.
Nadie le reconocería.
Respiró profundamente, se giró por un
instante hacia la torre que había sido su
prisión, miró el viejo árbol de donde
colgaban los girones de su traje
principesco y, retornando la mirada al
infinito inició el viaje hacia el futuro. Un
viaje que se antojaba apasionante.