* * *
Escucha con atención.
Inspira profundamente y deja que la brisa,
ese viento suave,
remueva primero tu superficie para después penetrar tu interior.
El aire del espíritu susurra en lo más profundo de tu ser.
Te habla constantemente, sin parar.
A veces es ininteligible su discurso.
A veces demasiado claro.
A veces, en apariencia, silencioso.
Pero cuantas cosas podemos extraer del silencio…
¿Se puede oír el silencio?
¿Puede hablarte el silencio?
¡Escucha!
¡Calla!
¡Entiende!
Inspira profundamente y deja que la brisa,
ese viento suave,
remueva primero tu superficie para después penetrar tu interior.
El aire del espíritu susurra en lo más profundo de tu ser.
Te habla constantemente, sin parar.
A veces es ininteligible su discurso.
A veces demasiado claro.
A veces, en apariencia, silencioso.
Pero cuantas cosas podemos extraer del silencio…
¿Se puede oír el silencio?
¿Puede hablarte el silencio?
¡Escucha!
¡Calla!
¡Entiende!