viernes, 20 de junio de 2008

Está Vivo

Imagen: Diego Mauricio Granados Pérez
Texto: Albert López Vivancos
Palabras inspiradas por la imagen
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El príncipe observa desde la ventana de su torre el cielo azul que cubre el castillo del que se siente prisionero. Detesta el azul. Odia ese color. ¿Por qué diablos ha de ser un príncipe azul? Desearía ser rojo. Rojo como la pasión que hierve en su interior. Desearía poder alcanzar las ramas del viejo árbol que se encuentra frente a la ventana para descender de la torre y dejar de ser el maldito príncipe azul. Esas ramas secas, muertas, son el camino al rojo. Esas ramas son la clave para seguir vivo. ¡Está vivo! ¡Se siente vivo y rojo!

Su mirada se pierde en el horizonte. Allí podría pasar desapercibido. Sería un príncipe encubierto. Sería libre. Podría liberar las pasiones que surgen de lo más profundo de su ser, de lo más íntimo de su persona. Allí dejaría de ser azul.

El príncipe observa de nuevo las ramas. Mañana intentará un nuevo salto.

jueves, 19 de junio de 2008

Corcel Blanco

Imagen: Diego Mauricio Granados Pérez
Texto: Albert López Vivancos
Imagen inspirada por las palabras



El jinete cabalga sobre el corcel blanco que corre veloz a través del bosque de los sueños. Buscan, jinete y corcel, una salida. Anhelan encontrar la puerta que les llevará a la realidad. Desean huir de ese mundo etéreo. Jinete y corcel. ¿Quién dirige a quién? ¿Quizás sus espíritus se han unido en un solo ente para encontrar la respuesta a ese acertijo que les enfrenta a la vida?

El tiempo pasa. Las fuerzas flaquean. El corcel, exhausto, detiene sus pasos. El jinete acaricia su larga cabellera. Desciende. Alivia de su peso al animal. Al tomar contacto con la tierra siente también el cansancio del animal como si fuera propio en sus piernas entumecidas. El agua del arrollo les devuelve el aliento y retira de sus cuerpos el polvo del camino. La noche empieza a caer sobre el día. Mañana reemprenderán el camino.

¿Seguimos? Cada amanecer la misma pregunta. Cada amanecer la misma respuesta: el jinete monta el corcel e inician de nuevo la búsqueda. Hoy una mano amiga le ofrece una rosa roja que lucirá en el pecho del jinete acompañándole con su aroma hasta el momento en que las tinieblas se apoderen de nuevo del día.

¿Seguimos? El jinete cabalga sobre el corcel blanco que corre veloz a través del bosque de los sueños.

miércoles, 11 de junio de 2008

-Y tú, ¿qué haces?

Imagen: Diego Mauricio Granados Pérez
Texto: Albert López Vivancos
Palabras inspiradas por la imagen

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- Y tú, ¿qué haces?
- ¿Yo? Construyo mi vida.

Constantemente. Poco a poco se va elevando ese edificio que es la propia persona. Es una construcción humilde, sin grandes pretensiones, pero está hecha de materiales valiosos: cada ladrillo es una experiencia, es una vivencia, es una persona. Cada uno lleva un nombre. Todos están escritos. Tienen grabados los nombres de las personas que caminan junto a mí, que hacen que la vida sea vida. Sí, el tuyo también. Porque nada sería sin tus palabras, nada sería sin tus miradas y tu sonrisa, nada sería sin tus manos que estrechan mis manos en el momento oportuno. Sí, tu nombre está ahí, seas quien seas. Aunque tan sólo por un instante te hayas cruzado en mi camino.